miércoles, 2 de julio de 2008

HERIDAS PROFUNDAS


Tanta desolación,maldita sea...
Extraño la poca pero existente felicidad en la infancia,
en la cual los libros estaban a mi lado
en la cual los días eran feriados,
y cuando la abuela contaba sus historias;
sus cuentos...y yo soñando.

Hoy se vacía mi mente en tanta indignación
a veces razonable y a veces no
pero siempre por alguna idiota razón
tan llorosa y muy dolida
tan elocuente y a la vez media loca
tan fastidiada y a la vez tan intrigada

Llevando el candelabro de la duda...
la cordura se hace nada,
se va como el perfume barato
que usan las chicas que en la esquina están paradas...

La intransigente razón del imperfecto corazón
que casi nunca amó;
y que cuando amó sangró.
Que cuando estuvo muerto casi sonrió,
y que cuando revivió,
al borde del precipicio eligió;
para no seguir soñando,
ni sentir la misma peste,
para espantar los llantos...
que desde ese día se hacen benignos.

Por eso deseo cubrirme con tu manto;
tú que eres parte de mi vida,
el que se me hace necesario,
y se apodera de la razón
y la locura de mis días.
Y gracias por salvarme,
y por saber que aún puedo sentir
...a pesar de esta hipocrecía,
...a pesar de la frialdad
esta tu vida para dar energía a la mía.

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